VALOR AGRONÓMICO

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A una altitud de 400 metros sobre el nivel del mar, nuestro viñedo se encuentra en un terreno arcillo-calcáreo, profundo y generoso.

Este terruño está irrigado por una cuenca hídrica natural que resulta de las fuentes de los Baous, asegurando así un suministro de agua óptimo.

Esta ubicación única ofrece una exposición privilegiada al sol durante el día, beneficiándose al mismo tiempo de noches frescas.

Las temperaturas pueden variar de manera significativa, alcanzando hasta 25°C de diferencia entre el día y la noche.

Esto permite a las uvas madurar lentamente y desarrollar aromas complejos.

Nuestro suelo, consolidado desde el período geológico del Mioceno, que data de hace unos 25 millones de años cuando el mar cubría estas tierras, ofrece una riqueza mineral propicia para el cultivo de la vid. Junto a un clima mediterráneo ideal, con 300 días de sol al año, este territorio es perfectamente adecuado para el arte vitivinícola, una tradición cultivada desde la época romana.

Estas condiciones excepcionales dan origen a uvas de calidad superior, caracterizadas por una hermosa intensidad de color y una frescura notable. Poseen una concentración y una complejidad aromática que se revelan en el momento de la vinificación.

En algunos años, esto permite incluso el desarrollo de la podredumbre noble en las uvas, abriendo el camino a la elaboración de vinos licorosos excepcionales.

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